Ser Médico Veterinario no es solo cuidar de los animales.
Es sobre todo amarlos, es oír maullidos, mugidos, balidos, relinchos, cacareos, ladridos, y saber interpretarlos y entenderlos.
Es ser capaz de entender ojos tristes, orejas caídas, narices calientes, inquietudes o reposos anormales.
Es dedicar parte de su ser al arte de salvar la vida de los animales.
Feliz día a todos mis colegas , cada uno desde su lugar trabaja para el bienestar animal.